La edad de la presbicia

Una de las novedades editoriales que anunció la Filven 2019, realizada en la capital venezolana del 7 al 17 de noviembre, fue la presentación de La edad de la presbicia de  Elizabet Jorge.

Entre los anaqueles de la Librería del Sur, instalados en la Plaza Bolívar de Caracas, nos encontramos con la agradable presencia de esta publicación reeditada por Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Se trata de un libro de 87 páginas, 12 cuentos y un extraordinario prólogo escrito por Vicente Battista.

La obra, identificada en su portada con un boceto de nuestro ilustre Cristóbal Rojas, nos permitió adentrarnos en la narrativa de la escritora argentina nacida en Lobos, cuya vocación por las letras la persigue desde los 12 años de edad.

Como una suerte de advertencia, Vicente Battista lo anuncia en el prólogo: «La edad de la presbicia no es un libro amable, menos aún complaciente».

¿Y por qué será que no es amable ni complaciente este libro si provoca leerlo de principio a fin? En mi opinión,  una razón de peso es el impacto, la sorpresa que causa en el lector  el descubrir las decisiones que, sin remordimiento alguno, toman determinados personajes de los relatos, la mayoría de ellos femeninos.

Aquellas damas finamente descritas por la autora, saldan deudas pendientes, se vengan magistralmente, en ocasiones  echando mano solo a una mirada, al pensamiento o al inteligente juego de palabras.

De esta manera Jorge nos ofrece su visión muy particular de la vida, ahí sí, sin complacencias, quizás con pinceladas de humor negro y oportuno sarcasmo, para finalmente referir la complejidad y la crueldad con que a veces solemos resolver las relaciones humanas en conflicto.

El relato que da nombre al libro es el más extenso de la docena de textos que compila la publicación. En él la autora arranca con la muerte de una tía del personaje central, de la relación tiránica que ambas comparten , para hablar de la literatura y del oficio de la creación.

La presbicia, esa fastidiosa falta de visión que llega con los 40, se convierte en un hilo conductor que bordea la historia y que permite reflexionar y recrear situaciones por las que pasamos, inevitablemente, quienes tenemos que mirar con anteojos.

Pese a la advertencia del prólogo, encontramos muchos aspectos amables en este libro. La narrativa de Jorge es la primera de ellas: la forma brillante como estructura, cuenta y desarrolla sus historias. También sus constantes referencias a la vida porteña, al subte de Buenos Aires, a sus barrios de lujo, a la movida nocturna, al frío helado que choca contra los rostros de sus transeúntes.

Elizabet Jorge es kinesióloga de profesión. Tiene un segundo libro de cuentos en proceso de edición y una novela de pronta aparición titulada «Mañana Tarde Noche».

Para los amantes del cuento y del relato breve esta escritora argentina es una referencia interesante. Les invito a leerla.

Andreína Alcántara

Periodista y docente, con maestría en Educación Universitaria de la Upel 2019. Es editora y escritora de rimas, versos y cuentos breves. Autora de la publicación de humor “De risas y lamentos (rimas y versos) I y II” (2017 y 2018). Ganadora del Concurso Beca Estímulo a la Creación Literaria del Centro Nacional del Libro (Cenal) de Venezuela, en el 2015, y tercer lugar del Concurso Internacional LiterAula de Texto de un Folio de España, en el 2017, con el relato “El Vicio”. Es directora de la editorial Contra Viento y Marea Ediciones y una enamorada del cuento breve. Es una de las autoras de «¡Zuaas..! (Historias breves de la crisis eléctrica) Microrrelatos» (Venezuela, 2019)